las olas se arrastraban a los pies, después de la puesta del sol. tú dijiste: tengo todo lo que quiero. voltee a ver tu cabello que apoyaste quebrado en mi hombro, como culata o rifle apuntando al horizonte. la niebla subía, y el agua cambiaba claramente en una eterna forma de comodidad y de tormento. voy a disparar contra esto, me dije a mí mismo, él me dio la bala.