para un amigo
te lo digo en serio. tenemos la misión de aprender a irnos. no hay nada que soporte la fragilidad del hombre. estamos solos, ante un mundo cada vez más astillado; ante hombres que no se reconocen con los suyos y se pierden en múltiples reflejos solipsistas. recuperemos la tribu, a la familia, a la sangre que late entre nosotros, para dar encause a nuestra muerte, al final del tiempo, del tiempo que soy. aprender a morir no depende sólo de mí. depende de mis muertos. si tú, padre, no me enseñas a morir, seguiré solo, haciendo historias de la historia, sabiéndome mentira. royendo cada noche mi grave incapacidad de morir tranquilo. tu muerte será como un lago en el que yo me acueste esta noche: agua que se detiene lenta y serena. ¡dame el lago más grande que quepa en el cielo de mis ojos, para aceptar el último momento! vivir una asfixia lenta, en que mi cuerpo se abandona. verlo, verme, me estoy muriendo, tú tranquilo, aquí se acaba, ya te vas…
14 comments:
él me enseño, de la manera más hermosa que pueda existir, le agradezco cada día su esplendor.
hoy me desbordan tus palabras.
Este es un texto de esos que llegan PK.
Un abrazo.
Te pusiste fúnebre, querido pk.
Me gustó yu texto. bien pulido.
Un abrazo
Venimos por un sendero parecido, querido pk. Con respeto del comentario de Luis David, creo que aquí no hay mucho de fúnebre (o al menos esa percepción mortuoria, culminante, posterior que solemos tener de esa palabra); es más, creo que en esta entrada se desatan los "pases de gol".
Hay algo en tu entrada que me atrae los ojos. Considero que hay una viga maestra en ella, que debo repasar, a saber: "sabiéndome mentira...".
Saludos, pk.
PS: Gracias miles por los comentarios.
Hola! Disfruté mucho el blog... Vientos!
Un abrazo,
.Ana.
hermoso
querida morgana, no lo dudo: por todo lo que alcanzo a saber/sentir de ti, lo sé. muchos besos
ícaro, gracias. va a abrazo de regreso
luis david: aún hay unos detalles que no me gustan, pero bueh, luego te envío todo el texto para que le eches un ojo. abrazo.
gracias, atus. qué buena lectura. sin duda eso es lo que más se goza. todo tuyo. abrazo.
ana mata: bienvenida al blog. pasa cuando quieras. va otro abrazo.
ágata? mar? qué milagro! we, se te extrañaba. beso.
ps. ojo:
hoy tienes que leer al capitán. con este texto, yo soy un idiota hablando de la muerte.
click aquí
recuerda esa rola que dice: death in not the end...
asi que bueno... just remember that death is not the end...
Es una hermosa reflexión. Aprender a aceptar la muerte como un punto final personal parece que no es sencillo. Pero creo que morirse no requiere un aprendizaje específico cuando uno es consciente de su levedad: vivir cada día es morirse un poco cada día. Y así hasta el último instante. Me importa más la vida que la muerte. Es más controlable y placentera.
Saludos PK
A mi me aterroriza la muerte, aunque se adorne con palabras, no la entiendo y no la acepto, no no más. No creo que existan palabras que puedan explicarla, no sé. Yo hubiese preferido no vivir si hubiera sabido que iba a morir finalmente.
Porque eso no implica que me guste la vida tampoco.
Un beso querido PK.
Tu escrito está lleno de esperanza, y ésa es una palabra que me aterroriza más aún.
Otro beso.
Creo que esta ves si te entiendo.
Que también es parte de la VIDA.
Estupendo texto.
Un abrazo para ti; lo mejor para ti... siempre. Mucha vida.
Concuerdo. Nadie vendrá a enseñarme y hace tiempo k espero...
No reconozco lo lúgubre, porque lo has hecho dulce, suave. Es ese el camino hacia ella?
Grax PK.
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